a mi Padre
El se arrastra en lo profundo,
él no sabe de salidas,
se dispersa entre sus cosas:
se dispersa, se disipa!
él se escapa, tristemente,
sin jamás completar la huida,
y va cayendo y cae siempre;
la derrota lo esclaviza.
van junto a él -van caminando,
otros tantos, que resignan
y que andando en las laderas
van buscando una salida
recorriendo, siempre, siempre
los caminos de una vida
que es tan alta como el cielo
y es más alta cada día...
y en las desesperaciones,
se atreven y blasfemizan
preguntándole a los cielos
cosas tristes, que lastiman.